Un accidente absurdo ha acabado con la vida de Jimi Heselden, el dueño del patinete eléctrico Segway: cayó al suelo cuando probaba un nuevo modelo de su vehículo vertical.
El propietario de Segway, quien compró la empresa el pasado enero, montaba en una nueva patineta diseñada para viajar por el campo cuando se precipitó por un saliente cercano al río Wharfe, en Yorkshire, según publica ‘The Guardian’.
Su cuerpo fue hallado a cinco millas de la fábrica de Leeds donde hizo su fortuna hace unos años. Heselden, de 65 años, vendía para la guerra de Afganistán unas canastas de alambres rellenas con tierra y agua que eran más efectivas contra los ataques de morteros que los sacos de arena.
Este invento fue el resultado de su experiencia como minero, trabajo que perdió en la crisis del sector en los años ochenta. Sin embargo, gracias a su ingenio llegó a tener unos 166 millones de libras, casi 200 millones de euros, en sus cuentas.
Heselden compró este año el invento a su creador, Dean Kamen, quien presentó en 2001 lo que muchos llamaron el “patinete del futuro”. Sin embargo, su precio, unos 5.000 euros, y la poca autonomía de sus baterías limitaron su difusión. Sobre la peligrosidad del invento, la empresa siempre ha recomendado utilizar casco. En 2003, en unas vacaciones en Maine, el ex presidente estadounidense George Bush fue fotografiado cayendo de uno.
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