Según informó la Policía en un comunicado, la operación, pionera en este tipo de investigaciones sobre temas de estupefacientes, se inició al tener conocimiento los agentes que una persona había subido en su perfil de una conocida red social, unas fotografías en las que se puede observar que, en compañía de otra joven, efectúa labores de cultivo de algunas plantas de marihuana de aproximadamente dos metros de altura.
Ante estas informaciones, los funcionarios policiales del grupo de estupefacientes iniciaron una investigación, fruto de la cual se pudo identificar plenamente a las dos jóvenes que figuraban en las fotografías regando las plantas. De igualmodo, se pudo ubicar el lugar exacto de la sierra cordobesa donde se encontraban situados estos árboles de marihuana, escondidos entre telas para dificultar así su observación desde el exterior.
Tras todo ello, se procedió a intervenir las plantas, necesitando los agentes policiales hacer uso de herramientas de gran tamaño debido al enorme grosor de los troncos, todo ello con la aprobación de la familia propietaria de la parcela donde estas se encontraban, la cual alegó en su defensa el desconocimiento de estar realizando ningún tipo de actividad delictiva por pensar que era legal tener algunas plantas de este tipo para consumo propio.
De este modo, detuvieron a la persona que manifestó ser la propietaria y cultivadora de las plantas por un presunto delito contra la salud publica, siendo ésta, la misma que salía en compañía de una amiga en las fotografías que dieron origen a la investigación.
La marihuana intervenida arrojó posteriormente un peso aproximado de seis kilogramos, la cual, vendida al por menor en el mercado ilícito, podría haber arrojado unas ganancias de casi 20.000 euros.
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